BLACK JACK
LORA LEIGH
Extracto capitulo 3
Lilly había pensado que no habría manera de encontrar una moto que ni siquiera sabía que tenía. La idea de esta la intrigaba, sin embargo. La idea de conducir una moto, salvaje y libre, sin nada, excepto el viento rodeándola la llenaba de una sensación de embriagador entusiasmo.
Encontrar la maldita cosa sería la parte difícil. O al menos eso había pensado.
Lilly no tenía recuerdos de los últimos seis años, pero tenía un fuerte sentido de la intuición.
Mientras ella recorría Hagerstown en el taxi de alquiler, su mirada se centraba en los letreros de las calles y en los edificios, Lilly se encontró a sí misma buscando retozos de recuerdos. Se acordaba de ir en moto por la ciudad en medio de la oscuridad, pero no recordaba por qué.
Cierto letrero de una calle genero un recuerdo y ella hizo que el taxista doblara en una esquina. Un edificio genero un recuerdo, una sensación de familiaridad la golpeo en una intersección, y pronto hizo que el taxista se detuviera frente a un lote lleno de unidades de almacenamiento.
Ella se quedó mirando las largas filas de unidades azules y blancas. Un flashback atravesó su mente, provocando que un repentino ataque de dolor se apoderara de sus sienes.
Era aquí. Sabía el número de la unidad y el código de la cerradura. Sus sienes latían con dolor, pero ella sabía. El recuerdo de que estaba allí, un poco nebuloso, pero presente.
Pagándole al conductor, Lilly salió del coche y entró en el lote, avanzando rápidamente hasta las últimas líneas de unidades. Podía sentir las cámaras de seguridad sobre ella mientras mantenía su rostro de lado para evitar la cámara.
La unidad de almacenamiento hacia la que ella se acerco era una sencilla de diez por diez con una cerradura con combinación numérica y una cerradura de código digital.
Lilly se inclinó hacia el borde de la parte inferior, movió la gruesa capa de grava con cuidado hasta que dejo al descubierto la base de cemento debajo de la unidad. Allí, había una pequeña depresión en el cemento. La llave descansaba en ese lugar, envuelta en una funda protectora de plástico grueso.
En cuestión de segundos ella tenía la unidad abierta y la llave volvió a su lugar.
Al abrir la puerta despacio, Lilly encendió la luz, y entró en la unidad mientras cerraba la puerta detrás de ella.
Allí no había nada más que una moto. Lilly sintió un nudo en la garganta, su corazón latiendo fuera de control. Gotas de transpiración sobre su frente, y por un momento ella juró que se desmayaría. En una pared se encontraban una serie de estantes. Un ancho estuche negro se encontraba en el centro de la plataforma, rodeado de otros más pequeños.
Acercándose a éste, ella lo abrió con cuidado, conteniendo el aliento al ver el arma cuidadosamente embalada en la espuma de color negro.
Un rifle de francotirador. Estaba desarmado, bien engrasado y brillaba en la penumbra. Lo toco con dedos temblorosos.
Le hizo frente a la idea de que ella lo había usado más de una vez.
Revisando las otras fundas, encontró pistolas, y de alguna manera sabía que estas habían sido modificadas y que eran altamente ilegales. Había varios cartuchos vacíos y cajas de municiones.
Había ropa, mapas, archivos digitalizados que Lilly reviso mientras el miedo le quitaba el aliento.
¿En qué demonios había estado involucrada?
Temblando, sacó una bolsa de cuero de un armario pequeño y lleno de ropa, una Glock, municiones, y varios cuchillos en el interior.
Guardando la bolsa en el compartimento posterior de la motocicleta, Lilly se volvió hacia el resto de la ropa.
Se vistió rápidamente con los pantalones de cuero, la camiseta y una chaqueta. Botas de cuero hasta encima de la rodilla con taco bajo, y encontró la llave de la moto colgando del encendido.
El miedo seguía presente, pero también el entusiasmo. Golpeaba en su interior, corría a través de su torrente sanguíneo, y enviaba adrenalina a través de su sistema.
Ella no recordaba quién había sido.
No recordaba lo que había sido.
Pero tal vez esos recuerdos eran ahora cada vez más fuertes, acercándose, y casi a su alcance.
El Bar Friendly’s Sports era el lugar ideal para citas como la que Travis le había propuesto a su antigua amante y colega de Elite Ops.
Ubicado en una esquina. Al cruzar la calle se encontraban un conjunto de casas de ladrillos muy próximas en la parte más antigua de la ciudad que servían como apartamentos, casas y oficinas.
Franklin Street era una zona muy concurrida, sobre todo en un viernes por la noche, lo cual permitía un mayor anonimato, así como un montón de tráfico, tanto de vehículos como a pie, lo que podría ser utilizado como una distracción mientras los demás agentes se posicionaban para ver todos los rincones de la taberna.
Ellos querían saber quién seguía a Lilly, cómo estaba siendo seguida, y a quiénes podrían rastrear.
Sentado en el bar, Travis tomaba una cerveza, su mirada entrenada sobre la entrada lateral del edificio desde el extremo corto de la barra en forma de L. En la otra esquina, Nik sentado de lado en un taburete de la barra mientras la pelirroja Tehya, una de las expertas del equipo de comunicaciones, se encontraba sentada a su lado y coqueteaba descaradamente.
Más lejos en la barra Clint McIntyre, un antiguo Navy Seal y ahora parte del equipo de élite de Operaciones el equipo independiente de reserva, se encontraba sentado con su esposa y trataba de actuar como el borracho haciéndose el cariñoso, mientras que su esposa, Morganna, con su largo cabello oscuro recogido en una trenza, pretendía no estar divertida.
El resto del equipo de respaldo así como los agentes se encontraban afuera, junto con Jordania y Santos Bahre, uno de los comandantes de Lilly.
“Ella no aparece”, la voz de Santos llegó a través del minúsculo transmisor que mantenía la comunicación entre los agentes y los comandantes. “Les advertí que ella no era fiable”
Travis miró alrededor de la barra.
«Ella está aquí». Había estado aquí durante un tiempo, sospechaba él. Podía sentirla observando, aquellos ojos verdes sobre él mientras ella esperaba ver qué haría él.
“Lo dudo». Reno Chávez, comandante del equipo de respaldo había estado en Ops por años, ahora hablaba en el enlace. «Macey y yo tenemos los accesos cubiertos. No hay manera de que ella entrara aquí sin que nosotros lo supiéramos”.
Si no había manera, Lilly siempre encontró la manera de conseguirlo.
Travis apartó la cerveza tibia que había estado tomando y estaba levantándose cuando sintió la pequeña mano que presionaba entre sus omoplatos, indicándole que permaneciera en su lugar.
Ubicándose de nuevo en el banquillo, él volvió la cabeza, conteniendo su sonrisa, y vio como Lilly se deslizaba en el taburete de la barra que se encontraba desocupado a su lado.
«No pensé que ibas a mostrarte”. Él hizo una seña al camarero para tomar su pedido.
Haciéndole señas al hombre a lo lejos, Lilly se volvió hacia él, con una mirada recelosa mientras ella lo observaba de cerca.
Descargar Black Jack, capitulo 3
Hola Isabel.
Acabo de descubrir tu blog, y he visto que has colgado 3 capítulos del libro de Lora Leigh, Black Jack.
Vas a seguir colgando el resto? (Dime que sí).
Si no, puedes mandármelo?, te estaría enormemente agradecida.
Besos y muchas gracias por tu atención.
Lo siento, sólo tenía esos tres capitulos en ingles y los traduci.
Un abrazo