UNA TORMENTA DE PASION
TERRI BRISBIN
Extracto capitulo 17
La luna llena de Septiembre llegó en un día era tan tumultuoso afuera como él se sentía en su interior. Las tormentas se levantaron en el mar y arreciaban contra la torre y el pueblo. El ambiente entre la gente estaba tenso, todos sabían que su señor tendría éxito o fallaría por las visiones del Vidente. Ahora era por esto que Diarmid estaba furioso, a pesar de los visitantes actuales o su vidente aseguraba que todo procedería como siempre y otro poderoso aliado estaría a su lado en la mañana.
Connor había decidido que llevaría a Moira a algún otro lugar durante la visión, pero Diarmid dejó claro que ella estaría viendo desde su lugar, encadenada a la pared.
Para asegurarse de que ella no fuera capturada cuando la ceguera y el dolor tomaran el control después de la visión, él había escondido una llave en la plataforma para que ella pudiera retirar el odioso collar y la cadena si él no podía.
Luego fue la tarde de la visión, y Diarmid tomó su lugar de honor dentro de la habitación y ubico adelante a aquellos que buscaban la ayuda del Vidente. Connor vio al hombre que había previsto ayudar, si él podía controlar el don, mientras entraba en la sala.
Esta vez no esperó a que el poder fluyera, él miró profundamente en su interior y lo provocó. Cuando él supo la fuerza de esto, se sentó en su silla y miró a su alrededor. La preocupación era evidente en el rostro de Moira, mientras él hacía una seña al hombre elegido para que avanzara, en lugar de esperar a que otros se acercaran.
Él extendió la mano hacia el hombre y permitió la visión.
Connor sintió la sorpresa de Diarmid mientras él no perdía la conciencia en esta ocasión, pero experimentaba los cambios de hombre a Vidente conciente. Su voz ya no era la suya, las palabras precipitándose por su propia cuenta, y la vista en sus ojos lo abandono entonces, mientras su visión ascendía y se alejaba de la torre, en respuesta a la petición del hombre.
El poder surgió a través de su cuerpo, y él se sentía como si estuviera conduciendo una manada de caballos salvajes, agitándose y retorciéndose, tirando con mayor tensión para dirigirlo y conducirlo mientras se movía en la dirección y en la velocidad que él quería. Se rió en voz alta mientras reunía el poder y lo hacia trabajar a su voluntad en lugar de ser arrastrado mientras este avanzaba.
Cadwallen era de Gales, el sitio de incursiones Normandas y Vikingas con la lucha habitual y la tradicional división entre los príncipes de Gales, él buscaba un mayor asesoramiento en la búsqueda de su lugar entre las facciones, acerca de la destrucción de este o aquel otro. Connor vio los rostros de los dignos e indignos de ser llamados amigos o señor y habló en voz baja al hombre acerca de las opciones que él enfrentaba. Esta visión era tan clara, precisa y poderosa como la última, pero esta duró más tiempo y él podía ver y oír a la gente mientras él los trajo a la mente.
Pronto, todas las preguntas de Cadwallen fueron contestadas, y él libero la mano del hombre. Retrocediendo, Cadwallen se inclinó ante él y luego fue hacia Diarmid para ofrecer su agradecimiento y su primera promesa de lealtad.
Y Connor esperó.
Mirando a través de la habitación en donde Moira debería estar, no pudo ver nada, pero las sombras eran cada vez más fuerte y más fuerte. Su voz se había convertido en su propia voz otra vez, pero él aún esperaba que el castigo comenzara. Ranald golpeó las manos y condujo a todo el mundo fuera de la habitación hasta que él quedó solo allí con Moira. El poder se desvaneció, y su sangre fue refrescada por su calor. Las cámaras se volvieron más y más oscuras, y Connor sabía que no podía detenerlo.
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